Atentado al corazón.

   Cree que es taquicardia, fruto de su nerviosismo, pero la realidad es que tan solo está roto, hecho añicos, por la mala bestia que no supo apreciar su encanto.
   Esta vez no llora, son ya demasiadas desilusiones, simplemente asume que Disney la engañó, que no existe ese príncipe azul que se cuele en tu castillo o que venga a despertarte de esa horrible pesadilla.
   Esto es así, sexo, drogas y rock and roll, luego lo ves con otra y dices, ¡pero si yo le doy diez vueltas a esa! Pero hay una pequeña diferencia, ella tiene tres tallas de sujetador más que tú y el agujerito de abajo y la boca más grandes que tú.
   Son millones de preguntas sin respuestas, demasiados por qué, por qué y por qué.
   La misma farsa se repetía como cada cuatro o cinco meses, ¿de verdad existe ese maravilloso hombre que te quiere por como eres por dentro? 
   Ahora solo piensa en verlo, para demostrarse así misma que es fuerte, pero ¿para qué quieres ser fuerte? ¿más aún? Son ya demasiados fracasos, siempre has conseguido levantarte, pero eso, ¿de qué te sirve?
   Sigue adelante amiga, vive por y para ellas, tus amigas y tu familia y no trates de correr por alguien que no andaría por tí.


   La regla es simple: quien te quiere te busca.